Recesión en el horizonte de Corea del Sur
La caída de la demanda interna tiene un grave impacto en el riesgo crediticio de bienes de consumo duradero, comercio minorista, servicios, transporte, construcción y acero.
Crédito y Caución prevé que Corea del Sur entre en recesión en el primer semestre de 2020 debido a los efectos de la pandemia global. En el conjunto del año, el escenario será de una caída del PIB del 1%. La contracción podría ser más profunda, dependiendo de la duración y profundidad de la pandemia. El retraso en el envío de piezas desde China está perjudicando especialmente a los sectores coreanos de automoción y TIC, con empresas obligadas a operar por debajo de su capacidad. El continuo deterioro de la demanda mundial y las perturbaciones de la cadena de suministro están teniendo un importante efecto negativo en la inversión y el comercio exterior, que se contraerán en 2020. Al mismo tiempo, la gran cantidad de casos de coronavirus registrados en el país ha afectado negativamente al consumo interno.
En este entorno, Crédito y Caución prevé que las insolvencias empresariales aumenten un 15% en 2020. La caída de la demanda interna tiene un grave impacto en la situación de riesgo crediticio y el desempeño de los sectores de bienes de consumo duradero, comercio minorista, servicios y transporte. Al mismo tiempo, las empresas de construcción y los sectores vinculados, como el acero, se ven afectadas por el débil desempeño en el segmento de la construcción residencial, debido a las medidas para frenar los precios de la vivienda. Un mayor deterioro de la demanda externa podría pesar sobre los beneficios empresariales de los sectores dependientes de las exportaciones, centradas en productos electrónicos, automóviles y químicos, que representan alrededor del 50% del PIB.
Tras ofrecer en febrero préstamos a las aerolíneas, compañías navieras, agencias de viajes y comercios minoristas, en marzo la Administración asignó un presupuesto adicional de 9.800 millones de dólares para reforzar la atención sanitaria y apoyar a empresas y consumidores. A principios de abril, la administración anunció un paquete de estímulo adicional por valor de 44.000 millones de dólares. Además, el banco central ha reducido los tipos de interés al mínimo histórico del 0,75% y es probable que se produzcan nuevos recortes en 2020. Aunque las medidas fiscales y monetarias adoptadas pueden amortiguar el impacto económico de la pandemia, un deterioro masivo de la economía y los mercados financieros mundiales desencadenaría una recesión prolongada en Corea del Sur.
Con bajos niveles de deuda pública (45% del PIB) y deuda externa (28% del PIB) y un constante superávit por cuenta corriente, Corea del Sur cuenta con margen para seguir apoyando su economía. Desde el punto de vista estructural, Corea del Sur es vulnerable a una brusca caída de China o a la escalada de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. El elevado endeudamiento de los hogares, cercano al 95% del PIB, constituye un problema a futuro, pues un aumento de los tipos de interés podría reducir el consumo de las familias.