Las Cuevas de Canelobre se transforman en un bosque lluvioso

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Updated: junio 6, 2016

Las Cuevas de Canelobre recrearon el pasado sábado el ambiente de los bosques costarricenses a través del pianista centroamericano, Manuel Obregón, y el etnomusicólogo, Carlos Blanco Fadol.

El Ayuntamiento de Busot cedió las Cuevas de Canelobre el pasado sábado para la realización de un concierto de piano, a manos del autor centroamericano, Manuel Obregón. El concierto, titulado como “Simbiosis: Piano y bosque lluvioso”, recreó en siete piezas musicales los principales rasgos identificadores de los bosques de Costa Rica. “Es un diálogo entre la música y la naturaleza”, destacó Manuel Obregón. Algunas de las composiciones musicales que sonaron, simularon el amanecer en el bosque; una conversación con los jilgueros; la danza con los toledos; un sueño en la lluvia, o finalmente, el réquiem del Sapo Dorado. Una especie de anfibio anuro que vivía en el bosque de Monteverde, en Costa Rica, y que se extinguió como consecuencia del calentamiento global. El pianista Manuel Obregón, quien es autor de veintiocho discos en solitario, explicó que “buscamos regresar a ese balance que han tenido las culturas para encontrar una forma de vivir sin destruir el ambiente”, añadió Obregón para referirse al objetivo del concierto Simbiosis. El concierto contó, además, con la colaboración del etnomusicólogo paraguayo, Carlos Blanco Fadol. El también responsable del Museo de Música Étnica de Busot, acompañó a su amigo pianista tocando varios instrumentos tradicionales y étnicos con la intención de acercar a los oyentes al ambiente del bosque lluvioso de Monteverde.

Una de las novedades, no realizada hasta el momento en las Cuevas de Canelobre, fue la proyección de varias imágenes en la cúpula de la cueva, que ayudaron a ambientar el Concierto Simbiosis. “En las cuevas nunca se ha hecho nada así, solamente alguna proyección, pero en espacios más reducidos de su interior”, remarcó el Concejal de Cultura de Busot, Vicente Iborra. El pianista Manuel Obregón, quien también ha sido embajador cultural de Costa Rica en varios países, ha difundido la tradición musical centroamericana por todo el mundo. En 2013 creó la empresa musical Papaya Music con el objetivo de dar a conocer los proyectos de los músicos del centro de América, anónimos hasta ese momento. Así mismo, durante sus estancias en el extranjero, el pianista se ha nutrido de diferentes géneros musicales que pueden verse reflejados en varias de sus composiciones. En esta ocasión, inició su concierto con una pieza independiente a Simbiosis, titulada como “sueños”. En ella se reflejaba su enriquecimiento musical obtenido de la música española. “La música nos va marcando en todos los lugares donde hemos estado y queda, indudablemente, reflejado en las composiciones”, concluyo Manuel Obregón.