La UCI del Hospital de Alicante implanta un proyecto de mejora de la comunicación con los pacientes con dificultades para hablar

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Updated: septiembre 21, 2021
  • Enfermeras diseñan unos tableros con pictogramas para que el paciente pueda transmitir sus necesidades y emociones básicas
  • Están disponibles en papel, en formato digital y en un dispositivo de metacrilato que permite la interacción mediante el movimiento ocular

Alicante (20.09.21). El Servicio de Medicina Intensiva delHospital General Universitario de Alicante ha puesto en funcionamiento un programa de humanización de la asistencia sanitaria, persigue mejorar la comunicación con los pacientes que presentan dificultades de expresión oral.

El proyecto, que se ha canalizado a través de la Comisión de Humanización (MHUAC+), ha sido creado por un grupo de trabajo de enfermeras de la UCI, a propuesta de la enfermera Aitana Gomis y la logopeda Lourdes Viñuelas. Consiste en unos cuadernillos que se basan en la utilización de sistemas de comunicación aumentativa y alternativa (CAA), herramientas que son utilizadas en el ámbito educativo y que reemplazan o complementan al habla natural de las personas.

Estar ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos es ya de por sí un hecho estresante, y hay un subgrupo de pacientes que tienen la preocupación añadida de la imposibilidad de comunicarse para expresar sus sentimientos, dudas y emociones. Por ello, “consideramos que estos sistemas de comunicación no verbal podían ser de gran utilidad en nuestro medio para facilitar la comunicación entre los profesionales y este perfil de pacientes”, apunta la supervisora de Enfermería de la UCI, Sonia Balboa.

En este sentido, en la UCI se atiende con frecuencia a enfermos que se encuentran despiertos, “pero cuyas patologías han generado alteraciones neurológicas o motoras que les impiden comunicarse de una manera eficiente de manera temporal o, en ocasiones, de forma permanente”, prosigue.  Es el caso de pacientes que han sufrido un ictus, un traumatismo craneoencefálico, una traqueotomía derivada de la ventilación mecánica invasiva prolongada o enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o el síndrome de Guillain-Barré, que implican diferentes grados de debilidad muscular.

La iniciativa consiste en el diseño de unos tableros con pictogramas, que abordan el modelo de Virginia Henderson sobre las 14 necesidades básicas de la persona, entre ellas, respirar de forma normal, comer y beber adecuadamente, mantener la higiene corporal, etc. “Con estos paneles, el paciente puede señalar o comunicar sus necesidades y emociones en cada momento, lo que ayuda a rebajar sus niveles de estrés y facilita la labor del equipo asistencial”, explica la enfermera Aitana Gomis, una de las impulsoras del programa.

A través de las imágenes, el paciente puede expresar si tiene dificultad para respirar, si quiere cambiar de postura, si le duele algo; puede preguntar qué día y hora es; tener noticias sobre su familia o consultar sobre su situación clínica, entre otras acciones.

“Los tableros están disponibles en tres formatos, el físico, en papel plastificado; en soporte digital, a través de una aplicación gratuita que se instala en las tablet que están disponibles en la UCI y que permite su uso de manera táctil. Los familiares también pueden descargarse esta app y adaptarla a sus necesidades”, aclara Anuncia Jiménez, enfermera de UCI que también ha colaborado en el proyecto.

El tercer formato son unos comunicadores tipo ETRAN para pacientes con movilidad muy limitada. “Se trata de paneles en metacrilato que facilitan la comunicación mediante la mirada. Disponen de una base para su sujeción y un orificio central a través del cual el personal establece contacto visual con el paciente, que nos indicará sus necesidades guiándonos con la mirada”, continúan las mismas fuentes.

Los pictogramas son desmontables y se pueden ir cambiando y ampliando, “con el fin de conseguir una comunicación lo más fluida posible con el paciente con dificultades para expresarse, poder atender de la mejor manera sus necesidades y contribuir a su recuperación”, concluye Aitana Gomis.