“La ausencia de ayudas contra la DANA retrata el año negro de Mazón en la Diputación de Alicante”

By
Updated: julio 12, 2020

Compromís califica de annus horribilis para los pueblos alicantinos el primer año de de Carlos Mazón como presidente de la institución provincial, periodo marcado por los 10 meses de retraso en la concesión de ayudas contra la DANA, la nula gestión del fondo de cooperación de la Generalitat, la baja ejecución del presupuesto del ente, una clara falta de respuesta rápida contra la COVID-19 y la voluntad de Mazón de reconstruir el zaplanismo.

11 de julio de 2020. Doble aniversario para el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. Este fin de semana se cumplen 10 meses desde su primer anuncio de ayudas millonarias para paliar los efectos de la Depresión Atmosférica en Niveles Altos (DANA) en la Vega Baja y un año desde su nombramiento como presidente de la institución, periodo marcado por una clara mala gestión producto del desempeño de Mazón en convertirse en máximo líder de su partido y resucitar el zaplanismo y sus formas.

Compromís, a través de su portavoz en la institución, Gerard Fullana, considera la no existencia de las ayudas prometidas a la Vega Baja como un paradigma de la gestión de Mazón, envuelta en constantes anuncios y campañas encubiertas desde que en julio de 2019 fuera nombrado presidente con los votos de Ciudadanos.  

“Hace ya 10 meses que sucedió la catastrofe de la DANA, y, acto seguido, el presidente de la Diputación -con vídeos, fotos y demás publicidad- prometió ayudas millonarias, y atacó y criticó a todas las administraciones que se volcaron con la Vega Baja. Diez meses después es la única administración que no ha aprobado por pleno estas ayudas contra la DANA. Podemos hablar también del Fondo de Cooperación, la única provincia en la que los municipios siguen sin disfrutar de él; podemos hablar de la baja ejecución presupuestaria, podemos hablar de muchísimas cosas que resumen un año negro, muy difícil para los municipios, con los que la Diputación no ha estado a la altura”, ha señalado Fullana.

Para la coalición, los últimos 12 meses de la Diputación de Alicante son una representación del poder más estéril. Mazón y su equipo han desarrollado una auténtica política virtual, más pendientes del anuncio y la escenificación que del trabajo real sobre el terreno.

Así, la ausencia de Mazón en las reuniones del Fondo de Cooperación de Generalitat y resto de diputaciones valencianas ha supuesto un agravio comparativo multimillonario para los pueblos de Alicante respecto a los de las otras dos provincias. A ello hay que sumar la menor cuantía del paquete de ayudas para  paliar los efectos de la pandemia del Covid-19.

La absoluta ineficiencia y falta de imaginación en materia de gestión turística no ha pasado  más allá de una subvención a dedo a la patronal hotelera de 367.000 euros para una campaña publicitaria que debería haber realizado un patronato de turismo al que no se le conoce gestión alguna a lo largo del año.  

Vuelta del zaplanismo, adiós a la transparencia

El regreso de Carlos Mazón a la política ha supuesto el regreso de viejas glorias del primer gobierno de Eduardo Zaplana a la Diputación alicantina, resurgir que se desarrolla en paralelo a una degradación de la transparencia conseguida en la Diputación durante la legislatura anterior. Desde su llegada a la presidencia, los grandes paquetes de subvenciones se otorgarán por decreto del presidente o junta de gobierno sin necesidad de informar a la oposición en comisión informativa, la cual se enteraría a posteriori de su aprobación sin derecho a intervención.

A este hecho se une la obcecación también por no entregar a Intervención las facturas como han hecho el resto de grupos políticos para poder acreditar la legalidad de las transferencias de los diputados populares a  las cuentas del Partido Popular, que en los últimos seis años asciende a 703.000 euros.