El descaro tiene nombre y apellidos

By
Updated: octubre 16, 2020

El Campello, a 16 de octubre de 2020. Ante la denuncia pública de Compromís de El Campello, que acusa al equipo municipal de gobierno, y particularmente a nuestro concejal de Salud Pública Rafa Galvañ, de incumplir su promesa de repartir mascarillas a los escolares del municipio, nos vemos en la obligación de señalar que nos parece un auténtico descaro que precisamente el partido que sustenta la Conselleria de Educación, a la que realmente le compete garantizar la salud y seguridad de nuestros escolares, sea el que recrimine al Ayuntamiento, que no es competente en la materia, el retraso de una medida extraordinaria decidida precisamente ante la inactividad y manifiesta ineptitud de un conseller cuyo único cometido en su vida parece ser la imposición lingüística a todos los niveles.

                Ciertamente, nuestro concejal propuso, y así lo acordó el pleno del Ayuntamiento en junio, la adquisición de 45.000 unidades de mascarillas para repartir a toda la población de  El Campello. De ellas, 35.000 del modelo higiénicas desechables serán para la población en general, otras 6.000 de las llamadas FFP2 de destinarán a los empleados de comercios, y las otras 4.000 serán mascarillas infantiles reutilizables para los escolares.

Todos esperábamos que fuera la Generalitat quien diera el paso, sobre todo para proteger del virus a los escolares, pero como quiera que elconseller Vicent Marzà (de Compromís) ni está ni se le espera, fueron los ayuntamientos quienes decidieron tomar las riendas y asumir una inversión que, aunque no les compete, consideran absolutamente necesaria.

Todos sabemos que al tratarse de un montante económico elevadola ley exige el obligado cumplimiento de tramitación de un largo expediente con exigentes requisitos administrativos que llevan su tiempo, incluida la convocatoria de un concurso público al que pueden presentarse cuantas empresas lo deseen.

Eso lo sabe también Compromís, pero lejos de callar la boca, guardar una más que aconsejable discreción o agradecer que otros hagan su trabajo, decide criticar la tardanza. Pero su osadía va más lejos, y “exige” que pongamos en marcha nuestra iniciativa de manera “urgente”.

Es decir: “sálvame la cara ya, que esto delCOVID va para largo”.

No sabemos bien cómo calificar tamaño descaro. Es una auténtica y descarada dejación de funciones. Trabajen ustedes, señores y señoras de Compromís. Y si no lo hacen, al menos dejen de molestar.

Resulta curioso que quien pide ahora mascarillas para garantizar la salud de los escolares lo haga apenas unos días después de rechazar en el pleno otra propuesta del equipo de gobierno referida a la necesidad de dotar de enfermeras escolares a los colegios de El Campello. El descaro ya es mayúsculo. De risa si no fuera porque se trata de un asunto importante y muy serio.

¿Y qué decir de los desfibriladores en los centros? Durante el anterior mandato del desgobierno municipal integrado por hasta cinco formaciones de izquierda, se aprobó a propuesta del PP la adquisición e instalación de esos aparatos en los colegios, pero no hicieron nada al respecto. Será ahora, con el nuevo gobierno, cuando se instalen. Ells, com sempre, res de res.

Esa es la diferencia. Unos hablan y hablan, mientras otros trabajamos y actuamos.