El coronavirus está mutando, pero no como piensas

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Updated: marzo 19, 2020

El coronavirus, llamado técnicamente SARS-CoV-2, está mutando, pero sigue siendo el mismo que salió de Wuhan y si se comporta diferente es, sobre todo, porque nuestra sociedad es diferente.

Es posible que hayas leído que el virus del COVID-19 ha mutado y el de España no es el mismo que el de Wuhan. Pero ¿qué tiene esto de cierto? Quienes así lo afirman se apoyan en los resultados de un estudio de la Universidad de Valencia que ha podido leer prácticamente toda la información genética del virus (SARS-CoV-2) de un paciente español. Algunos artículos añaden que esta ha sido la primera vez que se ha leído toda la información genética del virus, sin embargo, es parcialmente falso, porque hace semanas que se ha secuenciado su genoma completo y no una, sino cientos de veces por todo el mundo. La verdadera novedad a celebrar, es que esta ha sido la primera vez que se ha hecho con un virus aislado en España. Y esa es la clave, porque comparando esas secuencias de ARN con las de otros países se ha revelado que las de Wuhan y la de España no son idénticas. ¿Significa esto que ha mutado?

Sí, sin lugar a duda ha mutado, pero no como crees. Popularmente “mutar” suena realmente mal, pero no quiere decir necesariamente que el virus se vuelva más agresivo o que su transmisión se acelere, simplemente que su material genético ha cambiado. De hecho, en ocasiones puede ocurrir todo lo contrario y que el virus se vuelva más “manso”.

La inestabilidad del ARN

Todo muta. Todos los seres vivos lo hacen, incluso tú. Así que, es posible que, ahora mismo estés mutando. La información que ha ayudado a construirte tal y como eres, escondida en tus genes, se enfrenta a cambios constantemente. Pero, aunque suene abrumador, que algo mute solo significa que ha habido cambios en la estructura de su material genético, en tu caso el famoso ADN y en caso del coronavirus, en su ARN.

Miles de mutaciones

Por desgracia, la información que guardan estas moléculas, tan relevante para la vida, puede cambiar. Son muchos los motivos por los que esto ocurre, desde los daños producidos por la radiación ultravioleta del Sol hasta pequeños errores que suceden durante la división celular. A veces se borra una letra o se cambia una por otra. La parte positiva es que, como decíamos antes, nosotros tenemos mecanismos que nos ayudan a arreglar estos fallos, los corrigen mirando la hebra intacta, que funciona como el negativo de una fotografía. Pero, este truco no está al alcance del ARN monocatenario, que así se llama cuando está formado por una sola hebra. Este es el motivo por el que los virus de ARN, como el SARS-CoV-2 mutan mucho más que los de ADN, como los del herpes (Herpesviridae).

Así que sí, el coronavirus ha mutado y tiene diferencias en su ARN respecto al que se extendía en Wuhan, pero no es el único que ha mutado. De hecho, casi todos los países muestran algunas diferencias en sus versiones. Estos cambios son muy interesantes para los científicos, pero no porque nos hablen de cómo de agresivos son, eso todavía no lo sabemos deducir a partir de su ARN. Lo que sí se puede hacerse es reconstruir una especie de árbol genealógico del virus, colocando a cada una de sus variantes en él para saber cómo se ha ido extendiendo por el mundo y si la variante española es descendiente de la italiana y la italiana de la china. Es lo que se llama, técnicamente, un árbol filogenético. Sin embargo, hay un detalle importante. Los cambios son mínimos. De las aproximadamente 30.000 letras que forman el ARN del SARS-CoV-2 de las variantes de Wuhan, el español solo cambian entre 9 y 2 letras.