El Campello recupera la figura del trovador-pregonero para dar a conocer al gran público su programación cultural
La cultura, con humor entra mejor. El Ayuntamiento de El Campello ha decidido recuperar la figura del trovador-pregonero para hacer llegar a la población la programación de la Casa de Cultura y la Biblioteca Municipal. Aunque ambos espacios destacan por la gran aceptación de público que tienen todos los actos, el objetivo que se marca con esta iniciativa la concejalía de Cultura que dirige Dorian Gomis no es otro que alcanza el “lleno total” en todos los casos.
“Habitualmente asociamos el término overbooking a la actividad turística, por exceso de pasajeros en medios de transporte o en plazas de alojamiento, nosotros queremos que esto mismo se reproduzca en las actividades culturales”. Para la concejala Dorian Gomis, “si la gente no va en número suficiente a la Casa de Cultura y a la Biblioteca, serán la Casa de Cultura y la Biblioteca las que vayan a la gente”.
Para ello, aprovechando la celebración, los miércoles, del Mercado Municipal o ‘mercadillo’, por el que pasan cada semana miles de personas, David y Adrián, “Los hermanos Bardini”, integrantes de la compañía ‘Circarte’, acuden al recinto ataviados con vestimenta de época propia de los pregoneros, su trompetilla y su primitivo megáfono (todo muy vintage), y a voz en grito comunican la programación mientras reparten folletos con toda la explicación. Uno a pie de mercado, y el otro sobre una biciclo de dos metros de altura, haciendo gala de sus habilidades circenses.
“Es una forma divertida, tradicional y, si cabe, hasta novedosa de dar a conocer los actos que se programan desde Cultura. La iniciativa ha sido muy bien acogida por el público, que se divierte y de paso se lleva en la cesta de la compra la programación del mes que ofrecemos”, ha señalado hoy el alcalde Juanjo Berenguer en la presentación de este atractivo sistema de comunicación.
Para David y Adrián no es un trabajo más. “La gente nos recibe con una sonrisa, nos hacen fotografías y nos cuentan sus recuerdos en lo que respecta a los antiguos pregoneros”, dice Adrián.
“Es una forma más, y muy interesante, de llegar a la gente”, remarca David. “Los jóvenes se manejan bien con redes sociales y otros canales de comunicación, pero los mayores no tanto, y prefieren que les informemos personalmente… y eso es lo que hacemos”.