El Brexit perturba el comercio entre Reino Unido y la Unión Europea

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Updated: junio 15, 2021

El comercio de Reino Unido se enfrenta a retos sin precedentes. En 2020, la pandemia provocó una abrupta caída de la demanda interna y externa, restricciones de viaje e interrupciones en los flujos fronterizos coincidiendo con un momento de creciente incertidumbre en torno a la futura relación comercial con la Unión Europea. El Acuerdo de Comercio y Cooperación firmado en las últimas horas de 2020 mejoró las perspectivas de 2021, ya que permite que las mercancías sigan comercializándose libremente, pero las barreras no arancelarias en forma de burocracia aduanera e incertidumbre normativa están perturbando los flujos comerciales, que ha caído a niveles no vistos desde principios de 2016.

Al comparar los datos de los últimos doce meses con los de 2018, el último año antes de que la activación de los plazos clave del Brexit comenzase a contribuir a la volatilidad, se aprecia una caída del 18,9% de los intercambios con la Unión Europea, frente al 9,1% con el resto del mundo. Además, los datos de comercio exterior de Reino Unido del primer trimestre de 2021 muestran una novedad significativa: por primera vez desde que hay registros, el valor de las importaciones de Reino Unido en mercados extracomunitarios superaron a las compras a la Unión Europea.

El comercio global de Reino Unido cayó un 16% en el primer trimestre de 2021 en comparación con el cuarto trimestre de 2020. Aunque en gran medida esta evolución es reflejo de la pandemia, el impacto que puede atribuirse al Brexit es notable. De hecho, el comercio con la Unión Europea descendió de forma más intensa (22,4%), con caídas generalizadas en todos los países socios. Los intercambios con Alemania y Francia se redujeron un 22,4% y un 26,1%, respectivamente. El comercio con Irlanda fue el que más se contrajo (37%). Uno de los efectos del Brexit ha sido la acumulación de existencias en el cuarto trimestre de 2020, especialmente en las exportaciones de productos químicos y farmacéuticos.  

Los datos más recientes de las Cámaras de Comercio británicas estiman que el 41% de las empresas han sufrido una caída de ventas en el primer trimestre. Las exportaciones son históricamente bajas y se están deteriorando. Las empresas de mayoristas y minoristas vieron caer sus exportaciones un 60%. Además de la volatilidad comercial, las empresas afrontan mayores gastos derivados de los retrasos en las cadena de suministro del sector manufacturero. La caída del comercio internacional británico está encabezada por los combustibles, cuyas exportaciones se redujeron un 37,6% interanual. A pesar de un periodo de gracia en las normas de origen para muchos productos de maquinaria y equipos de transporte, que suponen un tercio de las exportaciones británicas a la Unión Europea, los mayores costes administrativos y la incertidumbre normativa provocaron una contracción del 19,8%, lo que supone casi la mitad del descenso de los flujos comerciales. De acuerdo con la cláusula de origen, el comercio de mercancías solo está libre de aranceles si al menos el 50% del valor se crea en Reino Unido o la Unión Europea. Esto es especialmente relevante en el caso del sector químico y sus grandes cadenas transfronterizas.