Comunicado de prensa del Portavoz GM VOX en El Campello, José Manuel Grau, en relación a lo ocurrido en el pleno del pasado 27-03-2025

Ayer día 27 se desarrolló el Pleno Ordinario en el Ayuntamiento de El Campello, del que soy concejal y portavoz de VOX.

                La convocatoria del alcalde nos citaba a todos los concejales a las 10:30 horas, como cada último jueves de cada mes.

                A esa hora tenía que estar en un centro sanitario para unas pruebas médicas que no voy a reseñar porque a nadie le importa al tratarse de un tema personal que me preocupa y preocupa a mi familia, y la salud es lo primero.

                El caso es que en el orden del día había un punto en el orden del día que me interesaba especialmente, como interesa, creo, a la inmensa mayoría de los más de 31.000 habitantes del pueblo.

                Se trataba de aprobar, o no, sacar a concurso público, por fin, la explotación del complejo deportivo con piscina cubierta, tema polémico donde los haya en este maravilloso pueblo por los años que han pasado desde su construcción sin que se haya podido inaugurar paraque todos los ciudadanos pueden disfrutar de esas instalaciones.

                Mi cita médica (importante para mí y para mi familia, insisto) me impidió estar en el Salón de Plenos desde el inicio de la sesión. Y sí, confieso que me perdí los primeros puntos del orden del día, que eran de mero trámite (algunos), y de certificar que el PSOE defenestraba definitivamente al que hasta hace bien poco tiempo portavoz del partido, al que sus compañeros apartaron como representante socialista en el Instituto de Ecología Litoral en favor del nuevo portavoz, Yeray Hernández. Un ejemplo más de la guerra fratricida de ese partido en la que no voy a profundizar porque este comunicado no va de eso.

                Resulta que, de camino del centro sanitario a El Campello, me conecté vía telemática con el Pleno. Era posible. Soy abogado, y sé que era un derecho del que hice uso como cargo público electo que soy.

                Sí, me conecté mientras conducía hacia El Campello.

                No intervine en ningún momento.

                Dispongo en mi coche de un soporte que permite anclar el teléfono móvil y escuchar lo que se dice mientras yo sigo conduciendo.

                Vamos… como el que escucha la radio.

                ¿Cometí delito?

NO.

¿Cometí alguna infracción?

NO.

Pero hete aquí que ese hecho se convirtió en el tema “estrella” del pleno, hasta el punto de que algún o alguna representante de algún partido político llegó a indicar al agente de la Policía Local presente en el Salón de Plenos su deseo de que actuara contra mí por lo que consideraba una infracción punible.

Pero resulta que no lo es… mira tú.

Pero para las dos concejalas del partido que me atacó en lo personal, las nacionalistas de Compromís, el hecho de que me conectara mientras conducía, con el móvil en su anclaje y yo en plenas facultades conduciendo y sin el aparato telefónico en la mano (que sí es una infracción perfecta y adecuadamente tipificada en las normas de la DGT), es un hecho “denunciable”.

Eso lo dijo, literalmente, la concejala nacionalista Cristina Boix, y horas más tarde lo ratificó en sus redes sociales la nueva portavoz de ese partido, Compromís, Laia García, que se estrena en el cargo dando muestras de su manifiesta incapacidad y desconocimiento de las leyes y las normativas. Genio y figura la muchacha, que apunta maneras.

Me desconecté en cuestión de pocos segundos, no fuera a ser que mi gesto desviara la atención ciudadana y mediática de lo que realmente sospechaba, que no era otra cosa que la confirmación de que los partidos de izquierda cambiaban de opinión y donde antes decían “digo”, ahora dicen “Diego”.

Vergüenza sentí cuando comprobé que Compromís, que cuando ostentaba la Alcaldía sacó a concurso público la explotación del centro deportivo y la piscina, se desdecía ayer y optaba por abstenerse, afeando lo que en 2018 propuso su alcalde Benjamín Soler.

Vergüenza sentí cuando los cuatro concejales socialistas de ahora también optan por la abstención cuando, en aquel no tan lejano 2018 fue el PSOE, precisamente el PSOE, quien propuso en el pleno sacar a concurso la explotación privada de las instalaciones deportivas.

Y mucha más vergüenza sentí cuando el concejal de Podemos, Eric Quiles, votó en contra del sacar a concurso público la gestión del complejo deportivo, cuando en 2018 sus dos concejalas apoyaron la propuesta socialista como si un hubiera un mañana.

Vergüenza, sí. Eso es lo que me transmite tanta hipocresía, tanta ignorancia, tanta traición política y tanta falsedad.

Y más vergüenza, si cabe, la reacción de los medios de comunicación, que abducidos por la tendencia de que atacar a Vox es lo que se lleva, se apresuraron a colgar en sus webs la anécdota de mi conexión telefónica, para ellos mucho más importante que el giro en el coto de los partidos de izquierda.

Ayer hubo de todo. Desde medios de comunicación que me atacaron y después borraron la noticia sabedores de que no había cometido ninguna infracción (como el Diario Información), hasta los que la copiaron literalmente sin el más mínimo rubor, como Las Opinión de la Coruña o El Periódico de Aragón. Curiosamente, todas cabeceras del mismo grupo editorial, Prensa Ibérica, que ignorantes ellos publicaron que la cosa me iba a costar no sé cuántos puntos del carnet de conducir.

Cuánta ignorancia, Dios mío. Pensando estoy en sentarlos en el banquillo.

“Surrealista”. “Esperpéntico”. Todo eso llegó a decir de mí el portavoz del PSOE, Yeray Hernández, por una conexión sin utilización de manos.

Cuánta ignorancia, digo yo.

Dicen que la juventud es atrevida, y así debe de ser.

La estupidez, ya es otra cosa.