Abierto al público el refugio antiaéreo «R46» de la Plaza de Balmis
El refugio antiaéreo de la plaza del doctor Balmis de Alicante, construido en 1938, ya es visitable. Después de unas obras de rehabilitación, el alcalde de la ciudad, Miguel Valor, presidió ayer la comitiva que inauguró las instalaciones, con las que se recupera «un activo cultural e histórico» de la ciudad. Valor calificó de «histórico» el momento, por cuanto «se pone en valor una riqueza histórica de Alicante, para que generaciones futuras nunca olviden el horror que se vivió durante la Guerra Civil en nuestro país». El primer edil anunció que se trata de la primera fase de un proyecto más ambicioso, que incluye la rehabilitación de otros espacios que fueron escenarios de la guerra, y adelantó que para el próximo día 15 de marzo está prevista la apertura del refugio construido con hormigón en el subsuelo de la plaza de Séneca, de mayores dimensiones, y el Centro de Interpretación de la Guerra Civil en Alicante. Ambas instalaciones serán también visitables en días y horas que se anunciarán para que los ciudadanos puedan acceder.
Intervención arqueológica
La intervención arqueológica del refugio de ola plaza de Balmis, diseñado en su día por el ingeniero Juan Pedro Alcaraz Pavía, figura en el “Proyecto de remodelación de la Plaza del Dr. Balmis». Durante la fase de demolición de las aceras y la remoción y movimientos de tierra, fue exhumado uno de los accesos del refugio, el situado al oeste, orientado hacia la calle Canalejas. El descubrimiento de los accesos al refugio, previsto en el proyecto de ejecución de la obra, motivó la presentación de un proyecto de seguimiento e intervención arqueológica. Además, el refugio antiaéreo situado en el subsuelo de esta plaza, está incluido en el Plan Especial de Protección Arqueológica (P.E.P.A.) del Ayuntamiento de Alicante, en donde se le designa como nº 46.
Descripción
El refugio presenta planta rectangular y se corresponde al tipo denominado celular. Consta de dos accesos situados en extremos opuestos: uno con entrada/salida por la calle Canalejas; el otro, en la intersección de las calles Limones y Cid.
La construcción se encuentra dividida o configurada en varias células, cámaras o salas. En este caso, seis de planta rectangular y con unas dimensiones muy similares: 3,78 metros de longitud, una anchura de 1,98 y una altura máxima de 2,32. Las salas situadas a ambos lados de las salas centrales presentan bancos corridos realizados en obra de ladrillo y enlucidos con cemento.
El conjunto presenta dos galerías paralelas, separadas por un grueso muro. Cada una de éstas tiene dos salas centrales con unas dimensiones de 3,82 m de longitud y 1,98 m de anchura. Carecen de cualquier elemento que estorbe o impida el movimiento. Estas salas presentan en ambos extremos otras dos salas, una a cada lado.
Existen hasta 20 respiraderos realizados con tuberías. Se distribuyen en conjuntos de tres por sala dispuestos longitudinalmente en la línea de la clave de la bóveda, y uno en la zona interior de cada acceso. El conjunto, excluyendo los accesos, presenta un total de 48,89 m². Si se multiplican por 4 personas por m² supone un total de casi 200 ocupantes.
En 1937 el refugio no existe, ni en fase de construcción ni en fase de proyecto. No será hasta julio de 1938 cuando su existencia queda reflejada en la Memoria de la Junta Local de Defensa Pasiva con el número del plan general 65 y una capacidad de 250 personas.
Hallazgos relevantes
Entre el material encontrado destacan numerosos casquillos de porcelana de forma cilíndrica con estrangulamiento en uno de sus extremos. Se encontraban sujetos a unas placas de madera de forma rectangular e insertados en las bóvedas del refugio. La madera de los mismos, con el paso del tiempo y el alto índice de humedad existente, se fue pudriendo, ocasionando su desprendimiento. Todavía son visibles in situ dos de ellos sujetos a la placa de madera en la sala 4, junto al respiradero central, y uno de ellos en el acceso 2, antes de ingresar a la sala 5.
De igual forma destacan los protectores de hierro de las lámparas de iluminación. Se trataban de rejillas de hierro, a modo de jaula, de forma troncocónica invertida, con un apéndice en su vértice y que se sujetaban por cuatro puntos a la parte superior de las bóvedas. En el interior del refugio existían tres puntos de iluminación situados en las bóvedas que comunicaban las salas 1-4, 2-5 y 3-6. Uno de ellos todavía se conservaba in situ entre las salas 1 y 4. Existían otros dos en la zona interior de los accesos, en el área de ingreso a las salas 2 y 5.
También llama la atención entre el material encontrado un tapón de plomo de “Ceregumil” y una jeringuilla de plástico.
Otro hallazgo reseñable es la existencia de dos graffitis realizados en color negro sobre el enlucido de yeso, en grafito, El denominado graffiti 1 trata de un texto de características groseras, está escrito en letra cursiva y presenta algunos trazos borrados.
El graffiti 2 está localizado junto a una serie de números (253) y en él se observan una serie de trazos de imposible lectura. Está escrito con grafito, en negro sobre el enlucido de yeso. Ambos se pueden situar cronológicamente con posterioridad a 1938 y con anterioridad a 1946.
Puesta en valor del Refugio
Las obras para adecuar y facilitar la accesibilidad al Refugio 46 comenzaron en febrero de 2014 y finalizaron un mes después. A partir de entonces se ha estado trabajando en la recopilación de documentación necesaria para proceder a la musealización del refugio, en colaboración con la Diputación Provincial de Alicante.
El objetivo a partir de su inauguración es que se puedan realizar visitas guiadas para grupos que, gracias al acondicionamiento llevado a cabo, podrán evocar las sensaciones de las personas que allí se vieron obligadas a refugiarse. Las primeras, de una duración de 30 minutos cada una de ellas, están programadas para los días 20 y 21 y 27 y 28 de febrero. El único requisito es recoger previamente los tickets en la Oficina Municipal de Turismo situado en los bajos del Edificio Barroco del Ayuntamiento de Alicante.
El concejal de Imagen Urbana, Adrián Santos, de cuyo departamento partió la iniciativa, ha destacado que con la inauguración de hoy se cumple un compromiso del equipo de gobierno municipal. «Otros refugios localizados y catalogados están en estado de conservación muy deficiente, y requerirán mayores esfuerzos presupuestarios para hacerlos visitables», ha señalado.