El Campello se vuelva en la Misa convocada por el archiprestazgo de Mutxamel celebrada ayer en el Monasterio de la Santa Faz
Dos autobuses llenos de feligreses (uno fletado por la parroquia de Santa Teresa y otro por Salesianios), se desplazaron ayer por la tarde desde El Campello al caserío de la Santa Faz de Alicante para asistir a la Misa especial convocada por el Archiprestazgo de Mutxamel, al que pertenecen todas las parroquias de ese municipio y las de El Campello, Sant Joan, Aigües, Busot, playa de San Juan y La Albufereta de Alicante.
Se trataba de una convocatoria especial e “histórica”, según los organizadores, que previamente habían obtenido el visto bueno del Obispado para ello, coincidiendo con el Año Jubilar de La Esperanza. Por primera vez, en la Iglesia del Monasterio de la Santa Faz se juntaron imágenes sagradas de todos los municipios, como la Virgen del Loreto de Mutxamel, el Cristo de la Paz de Sant Joan, San Lorenzo de Busot y, por parte campellera, Santa Teresa (con un estandarte confeccionado en tiempo récord por unas feligresas), y María Auxiliadora.
Fue una Misa con encuentro archiprestal de todas las parroquias presidida por el Obispo José Ignacio Munilla, cooficiada por los sacerdotes de toda la comarca, que suspendieron sus oficios religiosos para desplazarse al caserío una vez decidido que sería un acto colectivo, con todas las imágenes sagradas presentes.
Los asistentes ganaron de esta forma el jubileo, incluida una amplia delegación de autoridades civiles, con presencia de representantes de cofradías de Semana Santa y de todos los ayuntamientos, entre los que se encontraban los concejales campelleros Cristian Palomares y Marcos Martínez.
El templo se llenó, y en previsión de esa masiva afluencia se instaló una pantalla gigante en la plaza central del caserío, en el que también hubo gente pese al frío reinante.
La recaudación de los donativos de esa Misa se destina a Cáritas de todos los municipios participantes. Además, las delegaciones accedieron al Ofertorio del monasterio para entregar ofrendas a las monjas de clausura. El Campello tuvo la idea de entregar una caja de pescado fresco, que fue posible gracias a las aportaciones de particulares y a la Cofradía de Pescadores.

