Intervención del alcalde en la constitución de la Comisión

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Updated: junio 2, 2020

Bienvenidos a la constitución de la Comisión para la Recuperación de Alicante, probablemente la comisión más dura y crucial que se ha conformado en el Ayuntamiento de Alicante en toda su historia democrática. Dura, por las trágicas circunstancias que han obligado a su puesta marcha: el enorme impacto económico, social y sanitario de la pandemia del coronavirus en la ciudad; y crucial, por el desafío colectivo que implica la ingente y compleja tarea de recuperación que tenemos por delante.

Esta complicada ‘misión de ciudad’ será más fácil de culminar con éxito si somos realistas desde el primer momento y tenemos claro el punto de partida. No podemos engañarnos. Ni a nosotros mismos ni a los ciudadanos. Flaco favor nos haríamos si no somos capaces de asumir los hechos por muy contundentes que sean. Y es que el balance de esta crisis es terrible: casi 100 fallecidos en la ciudad, con familias destrozadas por el dolor de haber perdido a sus seres queridos, con miles de trabajadores golpeados por el desempleo o afectados por expedientes temporales de regulación de empleo, miles de empresas paradas, muchas de ellas al borde de la desaparición, con hogares en situación de vulnerabilidad, etc. La propagación de la enfermedad ha removido los cimientos de nuestro modelo de vida, de nuestra forma de relacionarnos, de trabajar, de producir, de convivir en definitiva. Y la onda expansiva de esta explosión amenaza, desgraciadamente, con mucho más. Lo que viene en los próximos meses, no será sencillo, porque una crisis de esta magnitud sabemos cuando empieza, pero no cuando y ni cómo termina. Esto es la realidad.

Sin embargo, no estamos ante el fin de la historia. Todos y cada uno de nosotros: representantes de las instituciones públicas, organizaciones empresariales, sindicatos, colegios profesionales, universidades, colectivos ecologistas, asociaciones de vecinos, entidades de carácter social, etc. estamos aquí para dar lo mejor de nosotros mismos. Tenemos una responsabilidad, tanto individual como grupal, con la ciudadanía alicantina, que al haber sufrido de lleno la irrupción y las consecuencias de la pandemia, se ha hecho acreedora, con toda la razón, de la respuesta más sólida y solvente posible por parte de todos nosotros para amortiguar los efectos perversos de esta pesadilla. Los hogares y las empresas, la sociedad en definitiva, necesita respuestas y certidumbre. Ese debe ser nuestro objetivo. Esta es nuestra responsabilidad. Es cierto que nosotros solos no podremos con todo. Que necesitaremos ayuda. De otras administraciones, de otras instituciones, de otros colectivos, de otros agentes económicos, etc, que no pueden permanecer silentes e impasibles ante la gravedad de la situación. Con todo, no podemos esperar a que vengan a rescatarnos. Dentro de nuestras posibilidades y limitaciones, tomemos la iniciativa de la reconstrucción de Alicante nosotros. Ustedes.

Y hagámoslo desde la convicción de que es posible, a partir de la solidaridad y mediante una obligada empatía con los nuestros. Sólo así lo lograremos. Aparquemos los sectarismos, los apriorismos ideológicos, los intereses partidistas. En esta comisión no cabe ‘el qué hay de lo mío’. Apliquemos, apliquen, su capacidad, su experiencia, su trayectoria, su acerbo en aras del bien común, que no es otro que la reactivación de la ciudad en todos sus ámbitos.

La palabra consenso está tan manoseada que su significado e importancia están en discusión. No lo permitamos. El acuerdo para la recuperación de Alicante es irrenunciable. La ciudadanía, más exigente ahora que nunca, confía en la cultura del pacto. No les decepcionemos. Las familias y empresas alicantinas no nos lo perdonarían. Hagamos que nuestras diferencias nos unan por una vez. El pragmatismo, el sentido común y la realidad tendrán que imponerse a la discordia; la transparencia al oscurantismo, y el espíritu de equipo a las estridencias interesadas.

Estamos, están, aquí para analizar lo sucedido y proponer soluciones viables. Lo demás, no cabe. Lo que no sea plantear medidas para materializar la recuperación económica, social y sanitaria de la ciudad está fuera de lugar. Que nuestras creencias y convicciones nos sirvan para ser constructivos, no para levantar muros insalvables. Si esta comisión se entrega a la confusión, la improvisación o la ocurrencia, habrá fracasado de antemano. Por eso, esquivemos los debates inanes y los planteamientos unilaterales, que lo único que van a provocar es el aumento de la brecha social agrandada ya por esta crisis. Admitamos, por tanto, no sólo las opiniones divergentes, sino también la posibilidad de que los otros tengan razón.

La colaboración público-privada, el diálogo social entre empresas y organizaciones sindicales o la sensibilidad por los más desfavorecidos, son sólo algunos de los principios generales básicos que pueden regir sin fisuras esta comisión. Cada uno en su ámbito, cada uno bajo su responsabilidad, tiene el deber, para y con los alicantinos, de dar lo mejor de sí. La prioridad es Alicante, y sus ciudadanos. Se lo debemos a los fallecidos, a sus familias y a los que más sufren el impacto económico y social del virus. No les defraudemos.

Sirva de ejemplo inspirador, por qué no, el espíritu de Francisco Javier Balmis, el ilustre médico alicantino que a principios del siglo XIX fue capaz de llevar la vacuna de la viruela a los territorios españoles de ultramar. Poco después de la hazaña, el propio descubridor de la vacuna, el británico Edward Jenner, dijo al respecto: ‘No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía más noble y amplio que éste’. Hagamos nuestras, por tanto, la responsabilidad, la convicción y la generosidad de Balmis.

Ya hemos dado un primer paso en esta buena dirección. Hemos llegado aquí, hoy, a un consenso absoluto en cuanto a los objetivos, la configuración, funcionamiento y el calendario de trabajo de la Comisión para la Recuperación de Alicante, cosa que agradezco de forma sincera a todos los grupos políticos presentes en el pleno, al grupo municipal socialista, a Ciudadanos, a Unides Podem, a Compromís, a Vox y al PP. Este es el camino a seguir.