Un desafío solidario por el desierto del Sáhara

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Updated: marzo 22, 2017

La MARATHON DES SABLES es una de las carreras ultra-resistencia considerada entre las 6 más duras del planeta. Tras 31 ediciones se ha convertido en emblema de superación para deportistas de todo el mundo que sueñan con participar en un auténtico reto deportivo lleno de valentía, compañerismo y aventura que se desarrolla en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, el Sáhara Marroquí.

La MDS es una carrera a pie, por etapas, en autosuficiencia alimentaria y con libertad de ritmo sobre una distancia de 250 km., con la obligación de cada participante de cargar con su equipaje, que incluye la comida y el material obligatorio. Es una prueba deportiva, pero, sobretodo, un reto personal, una lucha contra el calor, la distancia, la arena y la mente en un terreno desértico variado, con piedras, antíguos lagos secos y, sobre todo, arena. La MDS se desarrolla en el sur del Sahara Marroquí y tiene una duración de siete días, disputando seis etapas. Cada participante debe cargar con todo lo que necesite para satisfacer sus necesidades diarias de alimento y descanso. El kilometraje de las etapas es, aproximadamente, el siguiente: 1ª 30 Km; 2ª 40 Km; 3ª 40 Km; 4ª 80 Km; 5ª 42 Km.; 6ª 20 Km. Vivir en el desierto, enfrentarse a los propios miedos, prisas y sueños, en un entorno inhóspito y, a la vez mágico, en el que lo único que importa es cada paso, porque uno tras otro llevarán hasta el final de la etapa, al calor del campamento y de los amigos que se hacen en cada carrera. Este sentimiento podría definir la Maratón des Sables, la carrera pionera que se celebra ininterrumpidamente desde 1985 y que ha servido de inspiración de todo el resto de pruebas desérticas. La Maratón des Sables es una de las competiciones más exigentes del mundo, el reto en el que toman parte muchos atletas de élite y corredores de carreras de ultra-resistencia. Sus características la convierten en una verdadera aventura, donde los corredores tendrán que ponerse a prueba a sí mismos, en una lucha donde lo más importante no son las piernas, sino la voluntad y la tenacidad para seguir adelante.

La solidaridad es sin duda uno de los pilares que sostienen la prueba, pero no el único. Es mucho más que una competición, es una experiencia vital, una lección de vida tal y como apuntan los que la han vivido en su propia piel.